¿De qué va?
Madeira es un archipiélago que fue redescubierto por los portugueses en su era de los descubrimientos. A poca distancia de las Islas canarias sus abundantes bosques eran una buena fuente de madera y sus terrenos de cultivo muy aprovechables.
Nuestra tarea consistira en influir las distintas personalidades de la isla y usar los edificios para cultivar la isla, controlar las ciudades y explotar las colonias. Ah y por supuesto cumplir las demandas de la corona.
Deberemos ser muy hábiles en la gestión de nuestra influencia, pues si incumplimos las promesas nuestra reputación se puede ver seriamente afectada.
Madeira es un juego duro de colocación de trabajadores (dados) , cada ronda podremos usar 3 dados de influencia para ganarnos los favores de los personajes y obtener el derecho a usar los los edificios. Durante 5 rondas usaremos los personajes, activaremos los edificios o pagaremos las consecuencias de no cumplir nuestro trato y podremos cobrar los favores de la corona.
Algunas de las acciones a nuestro alcance son: colonizar areas, recolectar recursos, controlar la ciudad, comerciar con nuestros barcos, descubrir las colonias, etc.
Al final de la partida el jugador con más puntos de victoria será el vencedor.
¿Qué me gusta?
Madeira es uno de esos juegos que te permiten trazar tu estrategia y centrarte en algunos aspectos o picotear de todo un poco. A pesar de que las maneras de puntuar son limitadas en los detalles se encuentra la clave del éxito.
¿Control de las ciudades? ¿Abuso de los gremios? ¿Una gran flota mercante? ¿Colonias? La planificación del turno es vital y hay que controlar varias recursos: dinero, comida la corrupción, la guardia de la ciudad… Los valores de los dados de 1 a 3 no son extremadamente decisivos y a pesar de cuanto más alto mejor a base de pan (permite modificar la tirada).
¿Qué no me gusta?
Las reglas aunque muy bien explicadas son duras de asimilar. Tras una primera lectura y con el juego montado fui incapaz de hacer una explicación coherente del juego sin tener que mirar el manual constantemente. Tras una partida todo se ve mucho más claro y hasta parece sencillo.
Es de esos juegos que mejor que te los expliquen pero que rezas para no tener que explicar. Habilidades de personajes, de ciudades, puntuaciones de la corona, personajes de gremios distintos y además pequeñas reglas como la de pagar 1 madera para fletar un barco, o su mantenimiento etc etc.
A dos jugadores roza las 2 horas tranquilamente así que me imagino que a 3 o 4 jugadores se irá a las 3 y quizás es un poco excesivo.
Veredicto
Madeira es uno de esos juegos que traen todo lo que busco y me gusta en un juego de mesa: varios caminos, optimización, y exigencia en las decisiones. Ojalá descubriera juegos así más a menudo.
Es una lástima que sus autores no consiguieran transmitir estas múltiples vías en su último juego Nippon que se hace un tanto más repetitivo y los primeros turnos parecen preescritos.
Si no os importa hacer un esfuerzo inicial para interiorizar las reglas nos os arrepentiréis de este gran juego.