¿De qué va?
La lucha por la hegemonía ha empezado. Sparta contra Athenai, las poderosas hóplitas contra las imponentes galeras. Como representante de una de estas naciones deberemos gestionar nuestras polis para crear ejércitos, galeras y navíos comerciales con el fin de expandir nuestro imperio.
Celebraremos juegos y albergaremos grandes pensadores. Usaremos nuestra fuerza militar pero también nuestro proxeno para decantar la balanza a nuestro favor. Nuestros soldados forzarán el tributo de todo aquello que nos sirva a nuestro propósito: trigo, plata, madera, hierro, aceitunas y vino.
¿Quién será capaz de gestionar más eficientemente su imperio? Solo un buen estratega será capaz de ello y sabrá obtener aquello que es necesario sin tener que entrar en combate, pues la grandeza y el prestigio se los lleva la sangre derramada.
Durante 5 turnos, nos iremos alternando con nuestro oponente realizando 2 acciones distintas de 12 a escoger: 4 militares, 4 políticas y 4 de desarrollo. Cuando ambos jugadores hayan pasado se procederá al siguiente turno. Si un jugador no es capaz de alimentar a su población ni soltando el yugo de algunas ciudades pierde automáticamente la partida. En caso contrario el jugador que tenga más puntos de prestigio y puntos de las ciudades controladas al final de la partida será el ganador.
¿Qué me gusta?
Polis es un juego elegante, tenso, que no perdona errores y que premia una buena estrategia. Las reglas no son extremadamente complejas y las acciones son fáciles de entender. Otra cosa es ser capaz de jugarlas en el orden correcto y comprender la conexión entre las distintas acciones para que nuestro imperio funcione como un reloj.
Los jugadores pueden intentar forzar combates pero puede darse una partida sin combate alguno y es que el mecanismo de bloqueo de los ejércitos es genial. Tener más galeras en un mar que nuestro oponente evita pueda circular por él y tenga que o bien crear suficientes galeras como para recuperar el control del mar o bien buscar alternativas por tierra.
El azar está presente pero es muy minimizable, probabilidades de éxito del 75% no son raras y casi siempre hay alternativas para no dejar nada al azar, probablemente demasiado caras como para optar a ellas pero presentes en caso de vida o muerte.
¿Qué no me gusta?
Los componentes son muy correctos a excepción de las cartas de combate que son extremadamente finas. Intenté mezclarlas al estilo americano y simplemente se quedaron con la doblez. Aunque no es nada grave ensombrece a este gran juego.
El sistema de combate, es cuanto menos peculiar y si bien da pie a algo de estraegia al final casi casi se determina por lo que has robado, claro que si tus tropas son más numerosas tendrás más cartas y consecuentemente más probabilidades de ganar la batalla.
Veredicto
Polis: Fight for the hegemony es para mi el mejor juego español publicado. La primera apuesta de una nueva editorial (Asylum Games) que decidió hacer su entrada por la puerta grande con un título arriesgado, teniendo en cuenta la poca madurez del mercado español mucho más receptivo a juegos familiares.
Un juego que ha cruzado fronteras y se ha editado en alemán e inglés por otras editoriales, apto para los más bélicos y para parejas a las que no les vaya tanto la confrontación directa.
Si tenéis ocasión os recomiendo probarlo, creo que no os decepcionará.