Juego familiar sencillo de aprender y con partidas cortas y fluidas, que utiliza el sistema de creación de cartas desarrollado por AEG. Guía a tus druidas para sanar al valle de la terrible maldición que sufre, y conviértelos en el clan mas poderoso.
Mystic Vale, puede llamar mucho la atención por su Novedoso sistema de construcción de cartas – Card Crafting System – y aún más por sus magnificas ilustraciones. Es verdad que el sistema de construcción de cartas es una pasada, el juego te sumerge en esa mecánica y te encuentras disfrutando de este nuevo sistema. Intentas optimizar las cartas, una después otra y a lo largo de las partidas pruebas nuevas estrategias, nuevas combinaciones. Quieres intentar optimizar al máximo tus turnos pero te das cuenta de que no siempre salen las mismas cartas y tienes que adaptar tu estrategia a las cartas que forman el mercado.
Un juego que sorprende mediante un sistema relativamente innovador de construcción de cartas que viene a ser un giro de tuerca sobre la construcción de mazos. Ahora el mazo se mantiene en un tamaño fijo y lo que van cambiando son las propias cartas, generando sinergias propias dependientes de lo que vaya apareciendo en el suministro y de los puntos de compra que el jugador acumule mediante su mano de cartas. Su mayor defecto es que el nivel de interacción es prácticamente nulo, por lo que los jugadores se ensimismarán en su zona de juego, siendo el numero ideal dos para reducir el entreturno al máximo. El sistema de construcción de cartas es llamativo, pero también es ligeramente más engorroso que en otros juegos de construcción de mazos al tener que estar enfundando y desenfundado elementos, pero nada especialmente grave. En contraposición, me parece interesantísima la sustitución de la gestión de la mano típica de estos juegos por un sistema de forzar la suerte que encaja muy bien con el enfoque de carrera que tiene el juego. Es cierto que no es el juego definitivo de cartas, pero cumple con su objetivo.