Un juego de corte abstracto con una mecánica sencilla pero que exige a los jugadores tomar decisiones de forma continuada, teniendo en cuenta las repercusiones tanto en el momento como al final de la partida, donde cada pieza cuenta, tanto para el propio jugador como para sus rivales. Sus problemas son que es un diseño pensado para tres (a dos o cuatro es aceptable, pero no es como mejor funciona) y que es de esos juegos con un final un poco en caída, aunque la evaluación final mantiene la tensión hasta cierto punto. Con todo, me parece que es un juego que cumple perfectamente lo que se propone. Además, la producción es excelsa y desplegado en mesa llama mucho la atención.