Un filler muy sencillo, que se juega en un santiamén pero que no está exento de decisiones relativamente interesantes teniendo en cuenta el peso y la duración del juego. Siempre deja con ganas de más turnos, por lo que es fácil encadenar partidas. Además, cuenta con cierta variabilidad que puede mantener al diseño con vida durante más tiempo. Su mayor defecto es el clásico en este tipo de juegos. Y es que, al encadenar tantas partidas seguidas, se corre el riesgo de quemarlo y no volver a sacarlo en una temporada. Pero preferible esto a que el juego pase al olvido.
Majesty es un juego ideal para jugar en familia con los niños. Una sencilla gestión de trabajadores y selección de personajes con el objetivo de conseguir tantas monedas como nos sea posible y todo ello aderezado con un par de objetivos de diversificación y mayorías que se juega en 20 minutos y deja buen sabor de boca a todos