Es un gran juego de cartas, sencillo y corto, apto para todos los públicos, aunque exige y ofrece más que otros como el Exploradores. Está muy bien integrado el diferente uso de las cartas para las diferentes acciones en la mecánica, y con sólo cartas consigue bastante profundidad.
Un juego de desarrollo de cartas muy efectivo, con una curiosa historia que lo hermana con Race for the Galaxy. Un juego ágil, que ha soportado muy bien el paso de los años y que siempre proporciona buenos momentos, con decisiones constantes e interesantes en cada turno. Su mayor defecto es, precisamente, estar a la sombra de uno de los mejores juegos de cartas que se han publicado, compartiendo prácticamente los mismos fundamentos. Como detalle a destacar por encima de su hermano, que es un juego con una curva de entrada menos exigente (carece de simbología).