Un juego económico de peso medio-ligero con conceptos sencillos y una producción más que aceptable que tiene buenas ideas, en especial el uso de las cartas de producción que obliga a los jugadores a evaluar distintos aspectos a la hora de generar mercancías y variar los precios. Sin embargo, el juego tiene un ritmo tan vertiginoso, que no da tiempo a desarrollar los edificios, a priori, uno de los atractivos del juego, quedando en un segundo plano. Este mismo ritmo juega también en contra de las subastas. Le falta algo de chispa al diseño para resultar más sugerente.
Raccoon Tycoon nos traslada a las tierras de Astoria donde la época dorada ha llegado pisando fuerte. Como buenos magnates hemos encontrado una oportunidad para hacernos de oro, por lo que nos toca especular nuestras mercancías para ir consiguiendo propiedades que nos harán más y más ricos