Un juego con mecánica principal de control de área que se desarrolla en dos actos bastante diferenciados de ocho turnos cada uno. Cada uno de estos turnos supondrá una importante decisión que tendrá repercusiones de diverso grado. Buen ritmo y un aspecto visual imponente. Tal vez su mayor defecto es la escalabilidad, ya que, aunque a dos no va mal, como realmente se disfruta es con el máximo número de jugadores abriendo diversos niveles de interacción.