Citrus es un juego agradable de jugar, se juega rápido y no cansa si repetimos partida. Cierto es que no pasará a la historia, pero te echas una partida sin esfuerzo. Consigue que nos estrujemos un poquito el cerebro y en unos 40 minutos lo habremos jugado.
Un juego de colocación de losetas bastante abstracto en el que los jugadores deberán controlar áreas para anotarse los puntos de unas fincas cuando son completadas. Un juego muy táctico que, si bien ofrece elementos interesantes y nos mantendrá entretenidos durante una horita, adolece de ciertos problemas que lo convierten en una medianía, como su final descafeinado o su caos total cuando hay más de tres participantes en la mesa. Por no hablar del crimen perpetrado por Klemens Franz.