Una versión simplificada y edulcorada de uno de los grandes éxitos de los últimos años como es Scythe. Como juego de iniciación para los más pequeños o gente ajena al mundillo puede funcionar bien. Sin embargo, ya desde la primera partida se nota que el juego no tiene gran recorrido y solo la interacción entre los jugadores en partidas con muchos participantes tendrá suficientes alicientes como para querer repetir. Eso sí, como producto es algo espectacular, con unos acabados de altísima calidad y un aspecto visual que te incita a sentarte a esa primera partida. Una pena que no le hayan incluido elementos que mantuviesen ese entusiasmo inicial durante más tiempo.