Un spin-off de uno de los minijuegos que componen Lisboa (tal vez el más estimulante de uno de los grandes diseños de Vital Lacerca), que da pie a un eurogame de corte clásico y bastante abstracto en el que los jugadores tendrán que estar continuamente evaluando el posible retorno de inversión a la hora de ir colocando puestos en el mercado. Es entretenido y te mantiene metido en la partida los turnos que la componen (no muchos). Sus mayores puntos en contra, que tal vez resulte demasiado seco y matemático, con un desarrollo que puede recordar incluso a juegos de Reiner Knizia, y que no hay margen para el error, ya que un paso en falso puede suponer una derrota casi segura. Afortunadamente las partidas se resuelven a la velocidad del rayo y es posible tomarse la revancha acto seguido.