La tercera iteración que Michael Kiesling ha desarrollado de uno de sus grandes éxitos. Mantiene los fundamentos y los lleva a otro nivel, siendo el juego más complejo y combero (esta es una de sus principales virtudes). Por contra, también es el que mayor duración tiene, además de que hay algún que otro detallito que chirria. Visualmente es el que mejor queda desplegado en mesa y, si hubiese que escoger solo uno, creo que este sería el ganador, aunque quedándose bastante cerca del diseño original.