Un abstracto para dos que tiene todo lo que se le puede pedir a un juego de este tipo (además de cumplir a rajatabla los principios que yo exijo para ser considerado como abstracto). Reglas sencillas pero con bastante profundidad, un nivel de interacción tremendo que mantendrá la tensión en la partida hasta el último movimiento y, aunque a nivel mecánico no impacte, una producción enormemente vistosa que te lleva a querer jugar aunque los abstractos no sean tu tipo de juego favorito. El único inconveniente que le encuentro es que, una vez dominado, puede dar pie a partidas más largas de lo que uno podría esperar, lo que para algunos puede ser un problema.