un juego de habilidad de estos de apilar elementos y no ser quien provoque el colapso de la estructura. El elemento diferencial es que estos elementos consisten en dos mástiles conectados por una cuerda, por lo que hay que saber evaluar correctamente la física de estos elementos a la hora de colocarlos. El problema es que no ofrece suficientes alicientes como para que el juego vea mesa con cierta asiduidad. Creo que le falta algún concepto a nivel de reglas que genere mas dudas a la hora de afrontar un turno. En teoría sería el azar introducido mediante el sistema de selección de los denchus y las tiradas de dados para determinar las regiones en las que deben apoyarse los mástiles, pero mas que generar situaciones interesante lo que provocan es cierta injusticia que puede resultar bastante frustrante. Eso sí, a nivel de producción es tremendamente llamativo, aunque solo con esto no alcanza.