Un interesante juego de cartas asimétrico en el que los jugadores compiten en una carrera por ver quien alcanza su objetivo antes. Me gusta que la asimetría sea sutil, reflejada solo en la forma de alcanzar el objetivo y en cómo funcionan los distintos tipos de cartas. Digo que es sutil pues, al final, ambos bandos funcionan de forma muy similar, y son los pequeños detalles los que marcan la diferencia. Esto facilita que los jugadores puedan dominar cada rol sin muchos problemas. El juego psicológico, aun tendente a patrones, genera una dinámica muy entretenida y tensa. Es cierto que se echa en falta un grado de interacción algo mayor (aunque podría resultar antitemático) y que a veces se generan bucles que puede hacer la partida algo monótona en determinados momentos. Con todo, me parece un juego muy recomendable para quienes disfruten de estas dinámicas de deducción social así como de juegos de cartas confrontacionales.