Un buen juego de deducción que utiliza un sistema en el que se solapan losetas con cartas, por el cual los jugadores están continuamente recibiendo información, lo que genera una tensión genuina al permitirles acercarse a la solución, independientemente de quién esté en posesión del turno. En cada uno de ellos, todos los jugadores reciben una información común, consiguiendo el jugador en turno una información privada. Me gusta que esta información privada no quede bloqueada, aunque creo que le habría sentado bien algún tipo de restricción a la hora de repetir combinación de carta y loseta, para forzar a los jugadores a ofrecer información distinta y potenciar la componente de carrera. El mayor defecto que le encuentro al juego es que, aun incluyendo quince configuraciones (organizadas en tres casos), un gran porcentaje de las mismas son demasiado sencillas y los jugadores tenderán a saltárselas. Afortunadamente, uno de los autores ha publicado otra tanda de quince configuraciones, cinco para cada caso, lo que alarga la vida del juego (aunque requiere fabricarse los componentes).