Una reimplementación de Santa Maria, que ya destacaba por ser un diseño muy ágil, pero no exento de profundidad. El desarrollo personal es muy satisfactorio debido a esa sensación de progresión que nos permite conseguir cada vez más elementos resolviendo turnos de forma aparentemente similar gracias a ir encadenando acciones en rondas avanzadas. Su gestión de recursos es elegante y versátil. Mejora al diseño original, especialmente en cohesión, ya que se han aglutinado muchos conceptos en torno a las tecnologías, por lo que estamos ante un juego conceptualmente mucho más claro. Además, incluye el módulo más interesante de la expansión del juego base. Si tenéis el original, tal vez no os merezca la pena, pero si no habéis jugado a Santa María, <strong>Saltfjord</strong> es al que tenéis que darle una oportunidad.