Uno de esos juegos que combinan draft y colecciones de forma agradable, recurriendo a la selección simultanea y el tránsito de cartas entre jugadores vecinos. La tarea de planificar un viaje a Japón es estimulante y optimizar al máximo dicha planificación no es nada trivial, teniendo que atender a diversos aspectos que luchan entre sí. Destaca su agilidad al no existir prácticamente entreturno. Justamente este puede ser un aspecto que juegue en su contra, pues, una vez se domina el diseño, las partidas se resolverán en un intervalo temporal digno de filler (realmente tiene alma de filler), y claro, es un juego con una mayor parafernalia que tal vez no genere una experiencia de juego mucho mejor que otros juegos similares que consisten únicamente en un mazo de cartas. Pero, independientemente de con qué se compare, es un juego muy agradable que te deja buen sabor de boca tras cada partida, cumpliendo con su objetivo.