Una expansión que, aun aumentando la variabilidad y las vías estratégicas para los jugadores, acaba dejando un regusto amargo debido a que estas mejoras no compensan la mayor carga conceptual y, sobre todo, de preparación de la partida. Es cierto que los dos nuevos experimentos son un añadido que se agradece, pero creo que no es suficiente como para recomendarla de forma clara y contundente, salvo que seáis amantes del diseño original y tengáis en vuestro ADN el gen completista.