Una nueva iteración dentro de los diseños clásicos de Uwe Rosenberg, tomando muchos elementos ya visto en juegos anteriores y añadiendo pequeñas modificaciones que lo diferencian ligeramente. En este sentido, es un juego sólido, que genera una experiencia de juego satisfactoria, ágil y entretenida. El concepto que más me gusta es el de permuta de los artesanos que modifican los espacios de acción, así como el coste variable de activar estos espacios de acción al tener que utilizar un recurso para cubrir el coste de desplazamiento de los peones. En el lado de los aspectos negativos, es curioso que no termine de escalar bien, siendo necesario el uso de un peón neutral en partidas a dos jugadores, siendo a cuatro como mejor se comporta y donde la interacción toma protagonismo. Es cierto que tal vez no es de los mejores diseños de Uwe, pero el juego cumple sobradamente con su objetivo.