De esos juegos de civilizaciones que, de tanto simplificar y abstraer conceptos, se pasa de frenada y acaba generando una experiencia monótona y poco satisfactoria. No es que tenga especiales errores de bulto, pero sí que ciertas decisiones de diseño parecen parches para intentar paliar situaciones concretas. Además, no escala especialmente bien, siendo a tres jugadores como más equilibrado queda el asunto. Es una pena porque el aspecto visual sí que es bastante llamativo.