Es uno de esos diseños olvidados de Stefan Dorra que, con pocos conceptos, consigue generar una dinámica muy interesante. Y es que, aunque el juego parece una carrera, realmente es una lucha por conseguir beneficios ronda a ronda. Estos beneficios a veces llegan con cuenta gotas al lograr ofrecer unos salarios en suma inferiores a los ingresos que obtengamos al colocar a nuestros marineros, mientras que en otras ocasiones entran a paladas gracias a los campamentos en las islas. Como aspectos negativos, el juego no escala bien y como hay que jugarlo es a cuatro, y que el impacto del azar puede llegar a ser muy frustrante a la hora de resolver las tiradas, llegando a obligar a un jugador con mala fortuna tener que dilapidar dinero para intentar mejorar su situación y poder tomar decisiones. Con todo, me parece un juego bastante apañado y que merece esta reedición.