Un juego económico de Martin Wallace que reimplementa su obra maestra, Brass, simplificando algunos aspectos que permiten el diseño de nuevos mapas, así como relajar la curva de aprendizaje. A pesar de perder tensión, es un juego que escala mejor y puede ver mesa mucho más fácilmente. Ya solo se le puede seguir espetando un aspecto peculiar que no deja indiferente a nadie.