Uno de esos juegos de Knizia para dos que nunca defraudan. Los jugadores compiten por controlar una serie de piedras jugando cartas que formen combinaciones según sus valores y sus colores. Con unas pocas reglas y componentes (un mazo de 54 cartas como eje fundamental) encontramos un diseño que nos mantendrá enganchado a la partida desde el primer hasta el último turno. Y la última edición de IELLO es magnífica en cuanto a acabados. Es cierto que el azar puede tener una influencia notable, pero para eso tenemos la variante de las cartas de táctica, que añade una nueva capa de toma de decisiones.