Uno de esos juegos que piensas que no están hechos para ti, pero te acaban sorprendiendo. Un juego con motor de cartas para dos jugadores que comprende el periodo histórico de la Guerra Fría centrado en el desarrollo de las dos Alemanias y sus respectivos sistemas económicos. Lo más destacable es la increíble tensión que se genera en el juego, comenzando a un nivel altísimo y creciendo con el paso de los turnos. Y todo con un sistema mecánico realmente simple, pero que, a su vez, implica una toma de decisiones más que compleja. Además, la estructura de la partida permite disfrutar del juego prácticamente desde la primera partida, no siendo tan importante como en otros juegos el conocimiento de las cartas (aunque ayuda y mucho). El mayor defecto que le encuentro es la confusión que generan ciertos conceptos que parecen lo mismo, pero no lo son. Una vez asimilados es cuando se alcanza el clímax.