¿De qué va?
Wilfred! La condesa de París busca pretendiente ha llegado el momento de casar a nuestro Manfred para hacernos con el control. Gracias al último cargamento comercial creo que podremos «untar» a algún poderoso aliado para que remate la boda.
Dynasties es un juego de mayorías y objetivos que lograremos casando nuestros nobles en Europa. El juego usa un motor de cartas que permiten de tres a cuatro opciones de las siguientes:
- Enviar un noble a una ciudad
- Influir en un personaje
- Realizar una operación comercial
- Habilidades especiales de la carta.
Una de las mecánicas más interesantes que trae y que se aplica a los recursos y las bodas consiste en que, en cada posición del tablero hay una casilla para un miembro dominante y otra para el sumiso. Cuando se resuelve la acción el que ocupa la casilla sumisa debe dividir la recompensa en 2 grupos y el dominante podrá escoger con cual de ellos se queda.
Una vez jugadas todas las cartas o bien cuando decidamos pasar nos colocaremos para ejecutar una acción de final de ronda. Cuando todos los jugadores hayan pasado ejecutaremos las acciones finales de ronda y podremos puntuar tantos objetivos como queramos y podamos.
Al final de las 3 rondas se puntuarán las mayorías en cada región y el que tenga más puntos de victoria será el vencedor.
¿Qué me gusta?
Dynasties es un juego rápido y dinámico.Una partida a 5 fluye rápidamente, primero porqué son sólo tres rondas y segundo porqué las acciones son rápidas de ejecutar y salvo casos especiales no se da mucho AP.
La mecánica de dividir y que escoja el otro funciona muy bien y con su temática acompaña a las bromas durante la partida y a intentar «negociar» los packs:
-«Me voy a quedar el pack del negro y lo sabes eh»…
-«Venga va, ponme los puntos con el barco y te quedas al niño»
El orden de los personajes y la distribución de los puntos que se otorgan hacen que cada partida sea distinta y que no existan movimientos fuertes per se.
¿Qué no me gusta?
Para mi gusto hay demasiada presencia del azar: cuando al reordenar los personajes te cae uno de los muy potentes gratis o a buen coste, en el robo de los objetivos que te puede salir a pedir de boca o cosas que ni de coña podrás conseguir, en las acciones que tienes en la mano, en los recursos disponibles en los barcos, en el resultado de los matrimonios…
Tampoco voy a decir que todo esté a manos del azar pero sí recuerdo situaciones de acordarme azar y la madre que lo trajo.
Teniendo en cuenta que es un juego corto y relativamente simple tiene muchos detalles por explicar que hacen que se quede en tierra de nadie: explicación demasiado larga y demasiados detalles para jugar con gente nueva y juego demasiado descafeinado como para jugar con jugadores exigentes.
Veredicto
Dynasties sin ser mal juego no emociona. A pesar del mecanismo del dividir y escoger, el juego no aporta suficiente como para hacerse hueco en una ludoteca amplia.
Cramer sigue sin conseguir superar lo que para mi son sus dos mejores juegos: Lancaster y Rokoko.
Es por ello que es un juego prescindible en mi colección. Si lo ponen en la mesa no diré que no, y menos teniendo en cuenta que se ventila rápido pero en casa hay opciones más intereantes.