Una nueva muestra de que Daniele Tascini sin un desarrollador que le ate en corto no termina de dar con la tecla, ofreciéndonos un juego que, aun teniendo ideas interesantes como la gestión de los peones con una mecánica de seguir que, aun no siendo santo de mi devoción, en este caso plantea decisiones interesantes. Sin embargo, las acciones admiten demasiadas variantes, por lo que no se resuelven de forma ágil. Si a esto le sumamos que es un juego en el que cada uno buscará intentar generar los mejores combos posibles, podemos llegar a situaciones en las que la duración de los turnos sea tremendamente irregular, lo que diluye las ganas de sacarlo a mesa con cierta regularidad. La producción es llamativa, pero se han cometido demasiados errores con el reglamento, llegando a impactar en el desarrollo de la partida de forma importante. Es una pena, porque la producción es más que interesante y el trabajo de Edu Valls muy llamativo. Se queda muy cerca del abismo.
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