Reseñas

Un muy buen familiar que combina mecánicas conocidas (control de áreas, draft o set collection) con un ritmo alegre y una pizca de interacción directa que nos mantendrá pegados a la mesa los poco más de cuarenta minutos que dura una partida. No innova pero resulta muy agradable de jugar. A pesar de que como mejor funciona es a cuatro jugadores, dispone de elementos para adaptar la partida a menos participantes de forma satisfactoria. Tal vez su mayor pega es que puede quedarse corto en comparación con otros títulos de su misma categoría.

Lorenzo il Magnifico es un juego para todos los amantes de los euros, de las optimizaciones y del sufrimiento en general.

Clásico familiar, en una versión apta para pocos jugadores. Mecánica accesible, grandes componentes, y un entretenimiento amable.

Un juego de desarrollo de cartas que se ambienta en la época en el que Porfirio Díaz estaba al mando en México. Los jugadores toman el papel de Hacendados que intentan derrocarle y hacerse con el poder. Un diseño de Eklund peculiar, con muy poco azar, mucha interacción y elevado caos. Muy táctico y oportunista, cada partida es un mundo. Su mayor hándicap es una curva de aprendizaje elevada, siendo recomendable tener en la mesa un experto que nos lleve de la mano, ya que enfrentarse solo al diseño puede resultar frustrante. Por no hablar de la peculiar maquetación, que a más de uno puede tirar de espaldas. Pero, una vez dominado y con el grupo adecuado, depara momentos épicos que quedarán para el recuerdo.

Algo más que Pandemic con otro mapa, la vuelta de tuerca y los nuevos retos que presenta lo elevan por encima de la mayoría de productos franquiciados, superando incluso al original en varios aspectos.

Un divertido y rápido juego de roles ocultos, sencillo y directo. A pesar de no tener eliminación de jugadores, un golpe de mala suerte te puede dejar sin posibilidades de ganar muy pronto.

Australia es el típico juego de la pareja Kramer y Kiesling: un juego simple (que no sencillo) con pocas formas de puntuar, en el que todos los jugadores hacen lo mismo y en el que lo importante es saber cuándo dar el palo. Gran juego viejuno.

Sería un juego aceptable para dos jugadores si no fuera porque el azar y la puntuación hacen que una fase del juego no sirva, y la segunda pueda ser un cara o cruz, lo que echa por tierra la experiencia

Clásicazo: rápido y sencillo de preparar y de jugar, con mucha interacción entre jugadores, cierta planificación y diversión. Su principal pega es que algunas decisiones quedan limitadas por el azar, reducible mediante draft.

Filler sencillo, bonito y apto para jugar en familia con algunas decisiones interesantes e interacción entre jugadores. Lo peor: que se tarda lo mismo en montarlo que en jugarlo.

Similar al Genial en algunos aspectos, lo consideramos un escalón por debajo por la falta de variedad, que hace que resulte un poco más seco y repetitivo, aun siendo un abstracto decente para dos.

Juego buen juego familiar, con una mecánica un tanto azarosa y repetitiva, pero con un gran diseño, algunas decisiones importantes y un panda. Su mayor virtud es que sirve para introducir a mucha gente en algo más

Filler entretenido para dos jugadores. Muy sencillo, tiende a ser siempre lo mismo. Para jugar muy de vez en cuando y comprar si se encuentra de oferta.

Cooperativo con un bonito diseño gráfico, pero con efecto líder, y que a pesar de ser sencillo, resulta largo, repetitivo y demasiado guiado por el azar. Jugando igual en una partida puedes ganar con dificultad, o perder miserablemente, y no dependerá exactamente de ti. Prescindible.

Filler de dados interesante, gracias al giro de tuerca de la puntuación final. Aunque el azar puede ser determinante algunas veces, también sientes que tus decisiones importan. Entretenido para dos.

Billar con dedos, en menos espacio y más barato. Gran juego de habilidad. Cuando juegas bien no se vuelve más aburrido, sino más puñetero. Muy entretenido para dos o cuatro jugadores, de todas las edades.